lunes, 14 de septiembre de 2009

3.2 EL METANO

El metano se emite a la atmósfera durante el proceso de extracción del carbón, y en la producción y transporte de gas natural y petróleo. Es, además, un producto de la descomposición de la materia orgánica en los vertederos, arrozales y pantanos, y un subproducto de la digestión de ciertos animales, en especial del ganado vacuno. Las plantas vivas emiten también pequeñas cantidades de metano.
Los científicos están preocupados también por la liberación de metano y dióxido de carbono como consecuencia del deshielo del permafrost (suelo helado) en la tundra de Alaska, Siberia y otras regiones subpolares. Las temperaturas de la capa superior del permafrost han ascendido y esto ha provocado una disminución de la extensión de tierra que permanece congelada estacionalmente. El metano liberado por el deshielo de estas regiones podría aumentar el calentamiento y el deshielo, un proceso que los científicos denominan retrorregulación.
Desde el comienzo de la Revolución Industrial la cantidad de metano presente en la atmósfera ha aumentando más del doble. Este gas retiene casi treinta veces más calor que el dióxido de carbono. En comparación con el dióxido de carbono, la concentración de metano es menor y este gas permanece en la atmósfera menos tiempo que el dióxido de carbono. La contribución total al calentamiento global del metano es un tercio en relación con la del dióxido de carbono.

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