lunes, 14 de septiembre de 2009

3.5 SUSTANCIAS QUÍMICAS SINTÉCTICAS

Los procesos industriales emplean o generan muchas sustancias químicas sintéticas que son gases con potente efecto invernadero. Aunque estos gases se producen en cantidades relativamente pequeñas retienen entre cientos y miles de veces más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono. Además, sus enlaces químicos hacen que sean muy duraderos en el medio.
Los gases de efecto invernadero producidos por el ser humano son los clorofluorocarbonos (CFC), un grupo de gases que contienen cloro, muy utilizados en el siglo XX como refrigerantes, propulsores de pulverizadores y productos de limpieza. Los estudios científicos han demostrado que el cloro liberado por los CFC en la zona superior de la atmósfera destruye la capa de ozono. Por esta razón, está reduciéndose su producción a partir de un tratado internacional aprobado en 1987, el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. Los CFC fueron prohibidos en la mayoría de los países industrializados desde el inicio de 1996 y en los países en desarrollo se estableció una retirada progresiva a partir de 2010. Se han obtenido nuevas sustancias químicas para sustituir a los CFC como los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), hidrofluorocarbonos (HFC) y perfluorocarbonos (PFC) pero también poseen un potente efecto invernadero.
Aunque los HCFC son menos dañinos para la capa de ozono que los CFC, también contienen cloro y está prevista su desaparición hacia 2030 gracias a las enmiendas de 2007 al Protocolo de Montreal. Los países industrializados deben acabar con el uso de HCFC en 2020 según el nuevo protocolo.
Aunque los HCF y los PFC no destruyen la capa de ozono, son gases con un potente efecto invernadero. Además, permanecen en la atmósfera más tiempo que los CFC, que poseen una vida media de unos 120 años. Los PFC tienen una permanencia excepcionalmente larga ya que pueden mantenerse en la atmósfera entre 2.600 y 50.000 años según el tipo de sustancia. Su acumulación en la atmósfera es, por tanto, prácticamente irreversible. Los PFC se emplean en la producción de aluminio, en la fabricación de semiconductores y como refrigerantes.
Otra sustancia química fabricada por los seres humanos, el hexafluoruro de azufre, es uno de los gases de efecto invernadero con mayor potencial destructivo jamás conocido. Este gas sintético produce un calentamiento 24.000 veces mayor que el dióxido de carbono. Se trata de un gas muy estable que puede permanecer en la atmósfera unos 3.200 años después de ser liberado. El hexafluoruro de azufre se emplea como dieléctrico en aparatos de alto voltaje y en la producción y fundición del magnesio.

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